Que mis perras son tontas no es un secreto. Pero a veces llegan a puntos extraordinarios de tontez y se superan a si mismas.
Aquí podéis ver a Pulga, tal y como me la encontré un domingo por la mañana, acurrucada tras la cortina de nuestra habitación, en mi lado de la cama. Pensé que no llegaría a tiempo por la cámara de fotos para inmortalizar el momento, pero la tontuca no se movía del sitio, así que aquí os presento a Sor Pulga, la primera perra monja de la historia. No os imagináis lo que nos reímos con ella jajaja y la tía ahí toda seria, sin inmutarse.
Después de sacarla de su clausura, se llevó muchos besos, mi niña.....
Después de sacarla de su clausura, se llevó muchos besos, mi niña.....
3 comentarios:
Jajaja, he conocido algunas "sor"de las de verdad mucho menos agraciadas que la tuya, y sin duda menos simpáticas. Enhorabuena por esa compañera de vida.
Pero qué dulzuuuuuuuuuura! y se quedó "para la foto"... los míos se quedan quietos lo que dura un suspiro, especialmente el más pequeño que es un terremoto!
Un beso y, seguiré conociendo tus rincones a los que llegué tras unos aleteos angelicales...
Hola, esta muy bien tu blog y me ha parecido muy gracioso lo de Sor Pulga, la verdad que quedo muy natural, recomendaré esas fotos a un amigo, que eso le encanta, inmortalizar imagenes así. Un saludo.
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