En este blog encontraréis una vida narrada mientras sucede; mi vida para más señas.
Lo que pienso y lo que me pasa, y a veces también cosas que le pasan a los demás. Fotografías y suspiros. Yo qué sé, lo que se me ocurra.

¿Cómo pensáis que voy a saber yo a dónde nos lleva El Círculo De La Vida?

jueves, 14 de agosto de 2008

Vacaciones


martes, 12 de agosto de 2008

Rodríguez En La Ciudad o Ayuno De Ti

Yo te quiero, eso lo sabes. Pero estos días necesito estar sola. No pasa nada, es sólo que el cuerpo me lo pide, no tener horarios, ni prisa, ni nadie que me espere para ir a ninguna parte. No es que sea una desagradecida, es que necesito echarte de menos.

Para retomarte con más ganas.

Antes de irte echamos un polvo de los que hacen historia. Ayer por la tarde, ya sin ti, lavé las sábanas y rescaté del cubo de la ropa sucia una de tus camisetas para asomarme con ella puesta a la terraza. Las motos me destrozan los oídos. Las ambulancias hacen eco a lo lejos y a lo cerca. Nada cambia por el barrio.

Me meto en la bañera con agua fría y aceite de aloe y velas. Después de limpiar la casa y dejar la lavadora funcionando. Qué bien me sienta. Me acaricio las piernas suaves de aceite en plan diva mientras me como un helado de chocolate y caramelo del mercadona. Hijo, es que está tan bueno. Qué bien me sienta todo.
Mientras tanto, pienso que no necesito grandes cosas para sentirme feliz. Una bañera donde no quepo estirada y un helado de marca blanca pueden obrar milagros.

Puede que cuando regreses haya engordado un poco. No te preocupes: tanto como engorda mi cuerpo me engorda la autoestima, ésa que estaba bajo mínimos hace unas semanas. Anoche ya empecé a notar cómo se alimentaba mientras yo leía tumbada en el sofá de la terraza y las perras dormían a mi alrededor arrosquilladas.

He cosido un cojín y, como soy muy mala cosiendo, me pinché varias veces el dedo con la aguja. Creo que te gustará cuando lo veas. Tengo ganas de ver tu cara jeje.

Cené unos macarrones, totalmente alejada de mi dieta. Lo siento, pero lo necesito. Lo necesito mucho más que el verme delgada.
Hoy necesito mucho más echarte de menos que besarte, tengo saturación de besos, sobredosis de mimos y me siento afortunada del lujo de poder echarte de menos sin dolor.

Me encanta la sensación de llegar a casa y encontrarla tal y como la dejé. Pero es porque sé que sólo es un tiempo corto y que luego vas a volver. No podría vivir sin ti todos los días. Volverás a revolver los cojines del sofá y los mandos de la tele. Volverá a haber gotas de agua en la repisa del lavabo y migas en la cocina. Y volveré a encontrarte al llegar a casa y me abrazarás mientras descanso sobre tus piernas. Me traerás agua por la noche y yo te quitaré los granos de la espalda y te alcanzaré la toalla cuando salgas de la ducha. Me regañarás cuando te muerda las manos y tendré que decir las cosas tres veces para que me escuches una vez y gritaré y me enfadaré y me atarás a la cama y follaremos de nuevo. Y nos querremos más que nunca. Y me engancharé a tu hombro y te pediré que no me dejes sola…..

Pero hoy cielo mío, hoy necesito echarte de menos.

viernes, 8 de agosto de 2008

Sociedad General de Autores y Editores

A veces en mi trabajo una se encuentra con textos como éste, publicados por la Sociedad General de Autores y Editores, que hace que una se plantee dónde han dejado a los filólogos estos autores y por qué yo, que soy filóloga, me veo registrando apuntes contables en una asesoría…..



El mundo está loco, pero ¿qué se puede esperar de una sociedad donde aún se permiten “ejecuciones humanas con carácter de amenización”?
Eso sí, sin bailes; un poco de respeto.

lunes, 4 de agosto de 2008

Una De Extravagancias

Ayer estuvimos cenando con unos amigos y, entre otros temas, estuvimos debatiendo las extravagancias de la gente. Yo por lo general soy muy calladita en estos debates, prefiero escuchar lo que dicen los demás, pero mientras tanto voy pensando….. analizando…. Y al día siguiente es cuando se me revientan todas las ideas y puedo escribirlas con ligereza y continuar con el debate aunque sea ya sola, así nadie me rechista jejeje.

Vamos a poner las cartas sobre la mesa: las extravagancias de cada uno dependen del nivel de riqueza, ni más ni menos. No me refiero a la cantidad de actos extravagantes, sino a sus características, ya que no es lo mismo ser extravagante a lo pobre que extravagante a lo rico me parece a mí. Hoy me apetece imaginar que soy asquerosamente rica, soy infamemente rica y todo el mundo me envidia a más no poder….

Bien…..

Compraría un trozo de tierra lindante con algún mar del mundo que fuese grande, muy grande, muy muy muy muy grande, un trozo como España más o menos de grande, y contrataría a un arquitecto para que me hiciese una casita mirando al mar completamente ecológica, integrada con el medio ambiente y reciclable en su totalidad, pero que también aguante los vientos del océano, claro está, no me pase como al cerdito del cuento.
A este trozo de tierra no entraría ningún humano más que con mi permiso y solamente serían familiares y amigos y gente ecológica y de bien. Si yo necesitase algo de fuera, quizá enviar una carta por correo postal, ya iría yo adonde hiciese falta, pero no quisiera tener dentro nada relacionado con el mundo de más allá.
Y que entonces ¿para qué quiero tanto trozo de tierra??? Pues para nada, para dejarlo ahí, tranquilo, a su rollo, para que me oxigene los pulmones, para que se llene de ratoncillos y de linces y de águilas y de hurones y de osos y de hormigas….. para mirarlo, para pasear, para no oír motos, para beber agua de sus ríos, y para alimentarme de sus frutos….. para nada, para eso.
¿Esto es extravagante? Tengo mis dudas.
Por supuesto debería proteger esa tierra de todo acto de terrorismo ecológico y protegería todo su perímetro con un ejército de robots reciclables, sanguinarios e invencibles con un dispositivo de seguridad impenetrable e inmisericorde.
Y gastaría todo el resto de mi dinero infinito en contratar a los investigadores y en comprar a todos los fabricantes del mundo para que se dejen de coches de gasolina y saquen de una vez el vehículo solar que tienen guardado en sus cocheras. Y otras muchas inversiones similares en búsqueda de frenar el fin del mundo y su locura.
Releo ahora lo último que he escrito y podría entenderse como un acto de altruismo total…. Sin embargo no es así. No lo haría por la humanidad, que en conjunto no se merece más que lo que tiene; lo haría por el cielo y por las gaviotas, y por los gatos de la calle, y por el mar, y por las palmeras, y por el barro, y por lo peces, y por las jirafas, y por las madres y por la hierba. ¿No queríais extravagancias? :-)

Mientras tanto, yo viviría el resto de mis días en mi casita, alejada del mundo del telediario y de la crueldad, mirando el mar y dejando que mis perritas jugasen en un inmenso jardín.
¿una tarde tonta?