Yo te quiero, eso lo sabes. Pero estos días necesito estar sola. No pasa nada, es sólo que el cuerpo me lo pide, no tener horarios, ni prisa, ni nadie que me espere para ir a ninguna parte. No es que sea una desagradecida, es que necesito echarte de menos.
Para retomarte con más ganas.
Antes de irte echamos un polvo de los que hacen historia. Ayer por la tarde, ya sin ti, lavé las sábanas y rescaté del cubo de la ropa sucia una de tus camisetas para asomarme con ella puesta a la terraza. Las motos me destrozan los oídos. Las ambulancias hacen eco a lo lejos y a lo cerca. Nada cambia por el barrio.
Me meto en la bañera con agua fría y aceite de aloe y velas. Después de limpiar la casa y dejar la lavadora funcionando. Qué bien me sienta. Me acaricio las piernas suaves de aceite en plan diva mientras me como un helado de chocolate y caramelo del mercadona. Hijo, es que está tan bueno. Qué bien me sienta todo.
Mientras tanto, pienso que no necesito grandes cosas para sentirme feliz. Una bañera donde no quepo estirada y un helado de marca blanca pueden obrar milagros.
Puede que cuando regreses haya engordado un poco. No te preocupes: tanto como engorda mi cuerpo me engorda la autoestima, ésa que estaba bajo mínimos hace unas semanas. Anoche ya empecé a notar cómo se alimentaba mientras yo leía tumbada en el sofá de la terraza y las perras dormían a mi alrededor arrosquilladas.
He cosido un cojín y, como soy muy mala cosiendo, me pinché varias veces el dedo con la aguja. Creo que te gustará cuando lo veas. Tengo ganas de ver tu cara jeje.
Cené unos macarrones, totalmente alejada de mi dieta. Lo siento, pero lo necesito. Lo necesito mucho más que el verme delgada.
Hoy necesito mucho más echarte de menos que besarte, tengo saturación de besos, sobredosis de mimos y me siento afortunada del lujo de poder echarte de menos sin dolor.
Me encanta la sensación de llegar a casa y encontrarla tal y como la dejé. Pero es porque sé que sólo es un tiempo corto y que luego vas a volver. No podría vivir sin ti todos los días. Volverás a revolver los cojines del sofá y los mandos de la tele. Volverá a haber gotas de agua en la repisa del lavabo y migas en la cocina. Y volveré a encontrarte al llegar a casa y me abrazarás mientras descanso sobre tus piernas. Me traerás agua por la noche y yo te quitaré los granos de la espalda y te alcanzaré la toalla cuando salgas de la ducha. Me regañarás cuando te muerda las manos y tendré que decir las cosas tres veces para que me escuches una vez y gritaré y me enfadaré y me atarás a la cama y follaremos de nuevo. Y nos querremos más que nunca. Y me engancharé a tu hombro y te pediré que no me dejes sola…..
Pero hoy cielo mío, hoy necesito echarte de menos.
1 comentario:
Creo que yo me estoy sintiendo un pouito así... pero durante las últimas dos semanas, tiempo que llevo fuera de casa... :-(
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