En este blog encontraréis una vida narrada mientras sucede; mi vida para más señas.
Lo que pienso y lo que me pasa, y a veces también cosas que le pasan a los demás. Fotografías y suspiros. Yo qué sé, lo que se me ocurra.

¿Cómo pensáis que voy a saber yo a dónde nos lleva El Círculo De La Vida?

jueves, 26 de junio de 2008

Hoy

Hoy hace cuatro años era sábado. La noche antes había sido el cuarto aniversario con mi novio. Hoy hace cuatro años, que era sábado, lo dejé durmiendo tranquilo en la cama y cogí el coche. Conduje quinientos kilómetros. A él le dije que estaba con mi amiga Diana.

Mentira.

Mentira. Pero él siguió durmiendo y yo conduje quinientos kilómetros. Y la tripa se me iba soltando por el camino. Quizá fue el café que tomé en Cuenca, que me sentó mal. Se me iba removiendo la tripa y cientos de mariposas se amontonaban entre mis piernas y mi falda. O quizá eran hormigas o un alacrán. O mariposas. O bichos.

O mariposas.

Iba con mis playeras de conducir y pisaba con firmeza el pedal. Una no puede dudar mientras nace. Mientras va hacia la luz, mientras amanece; cegada por el sol aceleraba sin pausa, sin miedo. Me fui dejando la sangre en la carretera, las canciones deformadas de emoción, mis secretos, las mentiras; sólo faltaba el cachete en el culo y el llanto, la vida, mi casa.

Todo a su tiempo, nena. Todo a su tiempo.

Nos conocimos en una calle prohibida. Su cara al fin sin el marco del messenger, su voz sin el crujido de vodafone, ropa despixelada, un hombre real. Una mentira real. Una mujer real. Nuestra verdad.

Hoy hace cuatro años entré en mi casa, que no era mi casa, ni mi cama. Hoy hace cuatro años, bebí agua en mi cocina, que no era mi cocina, bebí en mi vaso, que no era mi vaso. Dejé que mi novio me besara y yo le besé, pero no era mi novio. Y después dejé que mi novio me follara, pero no era mi novio. Y lo hicimos en Mundo Canino, que no era Mundo Canino. Hice pis en mi váter, que no era mi váter. Comí tortilla de patatas de mi suegra, que no era mi suegra; es más, el muy sinvergüenza me dijo que la había hecho él…..

Él no me cree, y yo apenas puedo creerlo. Pero aquel día ya le quería. Él a mí aún no. Pero ya entonces era todo a su tiempo….

Y así fue. Todo llegó a su debido tiempo.

Esta tarde saldré del trabajo, a quinientos kilómetros del trabajo que tenía hace cuatro años, y media hora después llegaré a mi casa y me abrirá la puerta mi novio, que ya es mi novio, arrojaré la ropa sobre mi cama, que ya es mi cama y beberé de mi agua en mi vaso, que ya son mi agua y mi vaso, haré pis en mi váter, al cual ahora saco brillo regularmente, cenaré ensaladilla rusa de mi suegra, que ya es mi suegra, y arrumacaré a mis niñas en su Mundo Canino.

Así es mi vida hoy, cuatro años después. No me arrepiento de uno solo de todos sus días.

Soy feliz.

1 comentario:

KELRA dijo...

Que bonito Virginia....

Me estan familiar la historia. Yo hace cuatro años que esperaba que el que tampoco era mi pareja pero ahora si lo es, recorriera 600 kilometros para verle y oirle por primera vez en persona.
Y hace 2 años, camino de tres, que decidimos beber agua en nuestra cocina, y el se quedo por siempre en Madrid y ahora ni Madrid ni yo, sabemos estar sin el.

No sabes cuanto me llega esta historia, y cuanto la puedo llegar a comprender...

¿una tarde tonta?