El jueves pasado fue día de cerrar contabilidades en el trabajo. Mucho retraso en todo como siempre, como todos en los tiempos que corren, muchos números que cuadrar, muchos meses que hilar en cuentas y restas, muchos bancos que consultar... las cuentas anuales; quien las conoce, las teme. Mi jefe además, con eso de que se marcha a Argentina, quería dejarlas terminadas el día antes. Pues nada, a lo hecho pecho, hay que terminar esto hoy. Mejor hoy que mañana, pienso, pero me fastidia. Llevo tres días saltándome la medicación y estoy que muerdo, me molesta hasta el zumbido de una mosca. Bueno, bien visto, los zumbidos de mosca me molestan con medicación o sin ella, pero vamos, yo me entiendo: que no estaba el horno para bollos.
Pues nada, respiro hondo y veo pasar las 16:00 horas en la esquina abajo a la derecha de windows y me empiezo a poner nerviosa: es mi hora de salida...... números y la calculadora echa humo.... 100 euros por allí.... 48,79 por allá.... esto no sé de dónde sale.... esto que me manden el recibo.... esto menos esto ... vaya, pues tampoco sale....
Las 17:00.....
Tacho con fluorescente verde los números que ya van casando entre sí.....
Las 19:00....
Llamo a mi novio a casa.
Mira, que no sé cuándo voy a llegar.... no, no lo sé.... porque tiene que estar acabado esto hoy.... bueno, ahora no puedo hablar de eso, rey... ¿qué? Que están agobiados en su casa ay madre, pues claro, diles que vengan, pero que no esperen que yo haga cena.... llamamos al telechino o algo así... venga ok churri.... ya llegaré.... sí, tengo cuidado. Te quiero.
1.032,64 euros de la factura del teléfono... cabrones y luego no me suben el sueldo... claro que estas horas me las cobro yo ya veremos cómo.... venga nena, no te desconcentres... estos 6.70 euros de comisión están mal contabilizados, joder qué mierda, a ver de dónde salen ahora... cuánto más rápido vayas antes acabas... Mónica y Guillermo vienen a cenar a casa, se han agobiado.... normal... a mí me pasaría igual... 12,70 en el debe.... 12,70 por algún lado en el haber....
Las 21:30....
No puedo más.... Estos dos deben de estar ya en casa. Lo que daría yo por estar allí ahora.... A ver ¿qué me falta? ¿Doce euros? Me puedo estar toda la noche buscando doce miserables euros.... Pues ya sé, siempre puedo decir que la noche me confundió jeje..... ohhhh, ya me estoy volviendo loca... Le meto los doce euros como comisión bancaria y voilà ¡¡¡ cuadra!!! Yuhuuuu, me voy a mi casa que estoy ya muy nerviosa; creo que me ha subido la tensión....
Me levanto de la silla y la cabeza me da vueltas... Le llevo la lista a mi jefe, “ya está, uff” pongo cara de que me importa mientras le hablo... “estoy mareada y todo ¿sabes?”
Creo que lo que tengo es que me he pasado doce horas (tantas como euros he arrebujado de mala manera entre las cuentas) mirando alternativamente la pantalla del ordenador y una lista de números chiquitines y borrosos. Espero no tener problemas ahora para conducir...
Agarro el bolso y me despido hasta mañana. Mira que no decirme ni siquiera que mañana me quede en casa.... si ya he trabajado por mañana... En fin, qué puedo esperar....
Veo aparcado en mi calle el coche de nuestros amigos.
Por fin, el timbre de mi casa.....
Se me caen los ojos de sueño y de dolores. Me voy despelotando en el ascensor, son amigos de confianza. Las primeras que me reciben son mis niñas, las tres a lametones y saltos por el pasillo.
Hola mis niñas, les digo. Siempre lo mismo, qué delicia.
¡Holaaaa!, me gritan desde el salón.
Hola, saludo desde la puerta.
¿Pero ya vienes en bolas? Qué guarrilla eres ¿no?
Ya ves, voy a dejar el bolso y ¡tengo mucha hambre!! ¿habéis llamado al chino?
No, dice mi Paco, pero yo te preparo lo que me digas.
No sé, amor, algo rico y rápido.
¿Un sándwich de queso?
Pienso en mi dieta..... en mi novio tan atento.... en cuántas ganas tenía de llegar a casa... en el hambre que tengo y en que el queso engorda pero hoy me da igual...
¡Vale! Sándwich de queso.
Mónica y Guillermo tienen cara larga. No ha sido un buen día para ellos....
Hemos pasado un día horrible, dicen.... no aguantábamos más en casa....
Mi sándwich llega enseguida y lo devoro, me sabe a poco pero pienso en mi dieta....
No hacemos nada en particular, respiramos y hablamos de la televisión, de los trabajos mal pagados, del precio de la gasolina, de las próximas vacaciones..... bebemos yo cocacola, ellos cerveza....
Estamos cansados pero nos reímos y hacemos algunos pucheritos de mimo.
La noche se me pasa más alegre de lo que pensaba. Ya no me acuerdo de las seis horas extras que he hecho sin que nadie lo valore.
Sin fuerza, pero seguimos riendo hasta que el sueño nos vence y se van a su casa.
Pues nada, respiro hondo y veo pasar las 16:00 horas en la esquina abajo a la derecha de windows y me empiezo a poner nerviosa: es mi hora de salida...... números y la calculadora echa humo.... 100 euros por allí.... 48,79 por allá.... esto no sé de dónde sale.... esto que me manden el recibo.... esto menos esto ... vaya, pues tampoco sale....
Las 17:00.....
Tacho con fluorescente verde los números que ya van casando entre sí.....
Las 19:00....
Llamo a mi novio a casa.
Mira, que no sé cuándo voy a llegar.... no, no lo sé.... porque tiene que estar acabado esto hoy.... bueno, ahora no puedo hablar de eso, rey... ¿qué? Que están agobiados en su casa ay madre, pues claro, diles que vengan, pero que no esperen que yo haga cena.... llamamos al telechino o algo así... venga ok churri.... ya llegaré.... sí, tengo cuidado. Te quiero.
1.032,64 euros de la factura del teléfono... cabrones y luego no me suben el sueldo... claro que estas horas me las cobro yo ya veremos cómo.... venga nena, no te desconcentres... estos 6.70 euros de comisión están mal contabilizados, joder qué mierda, a ver de dónde salen ahora... cuánto más rápido vayas antes acabas... Mónica y Guillermo vienen a cenar a casa, se han agobiado.... normal... a mí me pasaría igual... 12,70 en el debe.... 12,70 por algún lado en el haber....
Las 21:30....
No puedo más.... Estos dos deben de estar ya en casa. Lo que daría yo por estar allí ahora.... A ver ¿qué me falta? ¿Doce euros? Me puedo estar toda la noche buscando doce miserables euros.... Pues ya sé, siempre puedo decir que la noche me confundió jeje..... ohhhh, ya me estoy volviendo loca... Le meto los doce euros como comisión bancaria y voilà ¡¡¡ cuadra!!! Yuhuuuu, me voy a mi casa que estoy ya muy nerviosa; creo que me ha subido la tensión....
Me levanto de la silla y la cabeza me da vueltas... Le llevo la lista a mi jefe, “ya está, uff” pongo cara de que me importa mientras le hablo... “estoy mareada y todo ¿sabes?”
Creo que lo que tengo es que me he pasado doce horas (tantas como euros he arrebujado de mala manera entre las cuentas) mirando alternativamente la pantalla del ordenador y una lista de números chiquitines y borrosos. Espero no tener problemas ahora para conducir...
Agarro el bolso y me despido hasta mañana. Mira que no decirme ni siquiera que mañana me quede en casa.... si ya he trabajado por mañana... En fin, qué puedo esperar....
Veo aparcado en mi calle el coche de nuestros amigos.
Por fin, el timbre de mi casa.....
Se me caen los ojos de sueño y de dolores. Me voy despelotando en el ascensor, son amigos de confianza. Las primeras que me reciben son mis niñas, las tres a lametones y saltos por el pasillo.
Hola mis niñas, les digo. Siempre lo mismo, qué delicia.
¡Holaaaa!, me gritan desde el salón.
Hola, saludo desde la puerta.
¿Pero ya vienes en bolas? Qué guarrilla eres ¿no?
Ya ves, voy a dejar el bolso y ¡tengo mucha hambre!! ¿habéis llamado al chino?
No, dice mi Paco, pero yo te preparo lo que me digas.
No sé, amor, algo rico y rápido.
¿Un sándwich de queso?
Pienso en mi dieta..... en mi novio tan atento.... en cuántas ganas tenía de llegar a casa... en el hambre que tengo y en que el queso engorda pero hoy me da igual...
¡Vale! Sándwich de queso.
Mónica y Guillermo tienen cara larga. No ha sido un buen día para ellos....
Hemos pasado un día horrible, dicen.... no aguantábamos más en casa....
Mi sándwich llega enseguida y lo devoro, me sabe a poco pero pienso en mi dieta....
No hacemos nada en particular, respiramos y hablamos de la televisión, de los trabajos mal pagados, del precio de la gasolina, de las próximas vacaciones..... bebemos yo cocacola, ellos cerveza....
Estamos cansados pero nos reímos y hacemos algunos pucheritos de mimo.
La noche se me pasa más alegre de lo que pensaba. Ya no me acuerdo de las seis horas extras que he hecho sin que nadie lo valore.
Sin fuerza, pero seguimos riendo hasta que el sueño nos vence y se van a su casa.
¿Sabéis que os digo? Que así da gusto tener malos días.
1 comentario:
Pues si, así da gusto terminar un mal día, entre amigos y risas y mimitos. Hala, que vengan otra vez(pero sin horas extras).
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